Black (Second) Mirror: Crónica de la segunda parte de un espejo muy oscuro

Y aquí estamos, la segunda temporada de 'Black Mirror' acaba de finalizar, tres capítulos repletos de polémica que intentaré analizar en los siguientes puntos:

• Be right back. Nota: 07/10

La temporada arranca con una historia que se desarrolla con lentitud, perspicacia y prudencia, pero esto no significa que deje de ser algo arriesgado y nos lleve hasta los posibles límites de la tecnología. Esta historia es de amor, pero es ese tipo que no cae en cursiladas excesivas y que endulzan la vida para que todo parezca más bonita, esto es realidad, la pérdida de un ser querido y nuestra aceptación o en este caso no-aceptación. La fotografía es impecable, y la calidad es un poco inferior a la primera temporada, pero sigue dejándote en shock tras acabarla, el mayor logro de esta serie.

• White Bear. Nota: 07/10

Seguimos con el capítulo que hace de puente entre el principio y el final, posiblemente estemos ante el más polémico y atrevido, Charlie Brooker derrocha aquí todas sus armas en una vuelta de tuerca final que no podrá dejar indiferente a nadie, lo grave es que no es tan futurista, es que es demasiado cercana a la realidad. Esta historia es de terror/thriller. El nivel sube, pero no lo suficiente para subir la nota, es un gran capítulo y está por encima de la media de las series...Pero, para mí el ritmo en este llega a fallar.

• The Waldo Moment. Nota 08/10

Y culminamos la temporada con el capítulo que más me ha gustado, me ha hecho reír, y también ha conseguido que reflexione, y es que si de algo podemos caracterizar esta segunda temporada, es que no es tan futurista como la primera, vivimos inmersos en un mundo parecido al plasmado por Brooker en la serie, y eso es realmente alarmante. En esta historia, la cual es una sátira, habla de política y de las ambiciones que rodean a este mundo, desgraciadamente lo vivimos de muy cerca en la actualidad, pero no entremos en terreno desagradable, quedémonos con el mejor capítulo de la temporada, aunque es el que menos ha gustado, sorprendentemente.